Hecho por Corina
Capítulo 2: Ultimátum
Vemos al principio del capítulo que Bella lee una carta de parte de Jacob y se sentía mal porque sabía que Jake no quería verla, aunque ella lo quisiera ver a él. Después de eso baja con Charlie porque él estaba tratando de preparar la comida y se le estaba quemando. Resulta que Charlie quería hablar con Bella para darle un poco más de libertad respecto a su castigo pero con la condición que usara su nueva libertad para poder ver a sus otro amigos.
Al llegar Edward, Charlie se muestra tan amable como siempre, o sea 100% no grato en esté casa y comienzan a hablar acerca de que pasaría el próximo año. Edward le dice que ya ha tenido varias aceptaciones a universidades pero que había recibido hoy la de Alaska, a la cuál Bella también había sido aceptada.
Como Bella ya no está castigada Edward propone que Alice y ella salgan de compras, a lo que Charlie se ofusca porque consideraba que ir a Seattle era peligroso por los asesinatos. Edward está de acuerdo y recomienda ir Portland.
Edward le comenta que en Seattle hay un neófito y por eso no iba a ir allá. Después de eso Bella le comenta que realmente quería ver a Jacob, pero Edward no la dejará a pesar que Bella le explicó que ella le debía mucho a él, porque cuando Edward se fue, Jacob fué su mejor amigo, su sostén.
Al final de capítulo vemos la negación de Edward para que Bella vea a Jake, y una Bella que quería ver a su amigo a pesar que el final de la carta dijera que nada cambiaba.
Relación del título con el capítulo
Tiene una doble relación.
La primera se refiere al ultimátum que Jacob le pone a Bella en la carta acerca que ella ya había tomado su decisión. Y el otro era el ultimátum de Edward porque se negaba que bella viera a Jake.
Frases
—No hay ninguna ley que me prohíba cocinar en mi propia casa.
—Tú sabrás
—No he podido ver a nadie fuera del colegio, papá. Estoy castigada, ¿te acuerdas? Y Angela también tiene novio, siempre está con Ben. Si realmente llego a estar libre —añadí, acentuando mi escepticismo—, quizás podamos salir los cuatro.
—¿Edward no está de acuerdo con un poco de sana competencia? —la voz de Charlie se había vuelto sarcástica ahora.
—Le eché una mirada siniestra.
—No hay competencia de ningún tipo.
—Estás hiriendo los sentimientos de Jake al evitarle de este modo. Él preferiría que fuerais amigos mejor que nada.
—Todavía no. He recibido unas cuantas cartas de aceptación, pero aún estoy valorando mis opciones.
—¿Dónde te han aceptado? —presionó él.
—Syracuse... Harvard... Dartmouth... y acabo de recibir hoy la de la Universidad del Sudeste de Alaska.
—Creo que New Hampshire podría gustarte —comentó—. Hay un montón de cursos complementarios para mí por la noche y los bosques están apropiadamente cerca para un excursionista entusiasta, y llenos de fauna salvaje.
—A mí no me sucederá lo mismo —murmuré, casi para mí misma—. Tú no dejarás que me comporte así. Viviremos en la Antártida.
Edward bufó, rompiendo la tensión.
—Pingüinos. Maravilloso.
—Memoria fotográfica o no, me cuesta entender que te guste. Los personajes son gente horrible que se dedica a arruinar la vida de los demás. No comprendo cómo se ha terminado poniendo a Heathcliff y Cathy a la altura de parejas como Romeo y Julieta o Elizabeth Bennet y Darcy. No es una historia de amor, sino de odio.
—Tú tienes serios problemas con los clásicos —le repliqué.
—Quizás es porque no me impresiona la antigüedad de las cosas —sonrió, evidentemente satisfecho al pensar que había conseguido distraerme—. Pero de verdad, en serio, ¿por qué lo lees una y otra vez? —sus ojos se llenaron de vitalidad, encendidos por un súbito interés, intentando, otra vez, desentrañar la intrincada forma de trabajar de mi mente. Se inclinó a lo largo de la mesa para acunar mi rostro en su mano—. ¿Qué es lo que tiene que te interesa tanto?
Su sincera curiosidad me desarmó.
—No estoy segura —le contesté, luchando por mantener la coherencia mientras su mirada, de forma involuntaria, dispersaba mis pensamientos—. Creo que tiene que ver con el concepto de lo inevitable. El hecho de que nada puede separarlos, ni el egoísmo de ella, ni la maldad de él, o incluso la muerte, al final...
—Nunca me perdonaré por haberte abandonado —susurró—, ni aunque viva cien mil años.
Presioné mi mano contra su rostro frío y esperé hasta que suspiró y abrió los ojos.
—Sólo pretendías hacer lo correcto. Y estoy segura de que habría funcionado con alguien menos chiflado que yo. Además, ahora estás aquí y eso es lo único que importa.
—Si no me hubiera ido no tendrías necesidad de arriesgar tu vida para consolar a un perro.
—Lo que sí sé es cuánto te quiero yo —repuse.
—Eso es comparar un árbol con todo un bosque.
—Nada de hombres lobo.
—No voy a pasar por eso. Tengo que ver a Jacob.
—Entonces tendré que detenerte.
Opinión Personal
Este capítulo no me gusta tanto porque se nota que Jake sufre y Edward no la deja ! OSEAA! La verdad es que considero que Edward debe dejar que se vean.. aunque sea un poquito!! la verdad es q uelos amo a los dos…. Pero en este momento pienso en el pobre Jake =(.. aunque Edward es un guapo <3! Y es de lo más dulce por la manera en que quiere darle todo a bella.