Resumen:
En el capítulo anterior, “Tres son multitud”, presenciamos una conversación por teléfono rara con Jacob Black, en la que él le prometía a Bella llamarla apenas se sintiera mejor.
Jacob nunca la llamó.
Bella insistió e insistió llamando a Jacob a la casa, pero lo único que logró fue mentiras por parte de Billy. Pronto se dio cuenta que algo andaba mal y que sólo la estaban evitando.
Decidió darle una semana a Jacob para que la llamara, evento que nunca sucedió.
Cuando llegó el dichoso sábado y resolvió llamar a la casa de Billy, éste le contó que Jacob había salido con sus amigos a La Push. Y allí fue cuando sintió todo el dolor de la semana: se sentía sola, aburrida, herida y preocupada.
Como siempre, la intolerancia al dolor hizo que Bella decidiera hacer algo loco: ir al prado que tanto había estado buscando con Jacob y que nunca había encontrado; el prado donde Edward (nombre prohibido para ella) la había llevado una vez hacía casi un año, cuando empezó todo entre ellos dos. El lugar decisivo de ese amor.
Después de caminar y caminar, por fin lo encontró. Y nada pudo haber sido peor que la desilusión de darse cuenta que allí no estaba lo que ella buscaba con tanto afán: la presencia de él. El prado estaba sin vida, porque él no se encontraba allí.
De rodillas en el suelo, se dio cuenta que lo único que le proporcionaba ese lugar era dolor y soledad. Porque nunca en su vida se había encontrado tan sola.
De la nada, divisó una figura al norte del bosque, saliendo de entre los árboles. Una esperanza desgarradora la invadió antes de darse cuenta que ése no era el único hombre al que quería ver. En ese claro se encontraba Laurent, uno de los vampiros que conoció cuando el año pasado había ido a jugar beisbol con la familia de él.
Pero también sintió satisfacción con la presencia de Laurent, porque él era la conexión que ella buscaba, algo que le dijera que él había existido alguna vez en su vida y que no había sido mentira.
Bella entabló conversación con Laurent. Pronto se percató que había algo raro en él, y es que sus ojos no eran dorados como los de ellos: eran de un color rojo oscuro.
Laurent comenzó a hacerle preguntas acerca de los Cullen, y fue allí cuando pudo escuchar, por fin, la voz aterciopelada que tanto estaba esperando, diciéndole que mintiera.
Las razones de por qué Laurent estaba por allí fueron dichas por él: estaba allí de caza. Además, Victoria había hablado con él y le había dicho que iba a matar a Bella, como un intercambio de pareja.
Fue cuando se dio cuenta que iba a morir y, en ese preciso momento, los muros que tanto había edificado alrededor del recuerdo de él, de todo lo que él significaba para ella, fue derrumbado, exactamente allí, antes de morir: “Edward, te amo”, pensó Bella.
Salidos de la penumbra, aparecieron varios lobos de diferente color de pelaje, que hicieron que Laurent saliera huyendo y que la voz en la cabeza de Bella le dijera que no se moviera ni un centímetro. Lentamente, los lobos se esfumaron y ella salió corriendo para alejarse de ese lugar lo más pronto posible.
Después de llegar a la casa, Bella le contó a Charlie lo que había visto, y que no eran osos los que rodaban por ahí, sino lobos de tamaño descomunal. Charlie le prohibió totalmente las excursiones y ella aceptó, dichosa.
Ya en su cuarto, cuando se preparaba para “dormir” (o mejor dicho, sufrir las frecuentes pesadillas) se dio cuenta de lo indefensa que estaba ella, con Victoria rondando por cerca de su casa y de su padre, con sed de venganza.
Relación del título del capítulo:
Sin lugar a dudas el título del capítulo habla sobre la experiencia de Bella en el prado, un lugar que tenía mucho significado para ella y que guardaba uno de sus mejores recuerdos con Edward. El lugar de la revelación de sus sentimientos por él, y viceversa. Donde él se puso a prueba, dónde ella se enteró que no podría vivir sin él…
Opinión Personal:
Soledad. Dolor. Aburrimiento. Paseo al prado. La voz de Edward. Resultado=Casi inundo mi cuarto cuando leí por primera vez este libro. ¿Esperan que me quede de piedra al escuchar de la propia voz de Bella: Edward. Edward. Edward. Edward, te amo? Gracias a la… presencia de Jacob en la vida de Bella, los momentos dolorosos de la historia habían bajado de intensidad (sólo habían bajado, pero igual seguían allí), pero en este capítulo vemos nuevamente ese inmenso pesar por la pérdida de su amor. En serio, fue lloradera a otro nivel. Y, además, resulta que Laurent, Victoria y (supuestamente) los lobos la quieren matar; saber que si Edward hubiera estado allí, Bella no tendría que temer por su seguridad personal. Otro golpe bajo.
Pero el capítulo es lindo; fue como un baldazo de agua fría después de tanto Jacob por aquí, Jacob por allá, que si él hizo, que si no… bla, bla, bla (recuerden que soy Team Anti-Jacob)… recordar a Edward es… doloroso, pero es mucho mejor que escuchar hablar del otro idiota.
Frases:
--Se trataba del mismo lugar... Pero no, allí no estaba lo que había ido a buscar.
**It was the same place… but it didn't hold what I had been searching for.
--¿Para qué ir más lejos? Nada me retenía allí, nada, salvo los recuerdos que podía invocar cuando quisiera —siempre que estuviera dispuesta a soportar el correspondiente dolor—, y la pena que ahora me embargaba me había dejado helada. Aquel sitio no tenía nada de especial sin él. No estaba del todo segura de qué esperaba sentir allí, pero el prado carecía de atmósfera, estaba vacío, como todo lo demás.
**What was the point of going any farther? Nothing lingered here. Nothing more than the memories that I could have called back whenever I wanted to, if I was ever willing to endure the corresponding pain—the pain that had me now, had me cold. There was nothing special about this place without him. I wasn't exactly sure what I'd hoped to feel here, but the meadow was empty of atmosphere, empty of everything, just like everywhere else.
--Había demasiado dolor en aquel lugar vacío para poderlo soportar.
**There was too much pain in this empty place to bear.
--Allí estaba la conexión que buscaba. La prueba, aunque bastante lejana, de que él había existido en algún momento de mi vida.
**Here was the connection I'd sought. The proof, however remote, that—somewhere in the same world where I lived— he did exist (Me acabo de percatar de la traducción tan perruna al español de este libro; que se vayan al infierno los que tradujeron esto. Ya veo lo que me dijiste una vez, Kryz, cuando leiste Luna Nueva y luego New Moon).
--Su nombre derribó todos los muros que yo había erigido para contenerlo. Edward. Edward. Edward. Iba a morir, por lo que ahora no importaba si pensaba en él. Edward, te amo.
**His name burst through all the walls I'd built to contain it. Edward, Edward, Edward. I was going to die. It shouldn't matter if I thought of him now. Edward, I love you.